Antidoto
-. Le había dicho mil veces que tuviera cuidado, porque es peligroso andar sola por ahí en el campo, mas en las sierras…..-
La madre preocupada, le hablaba a su hermana en el pasillo del hospital, sollozando
--No te preocupes, estamos en el mejor hospital, la van a curar, acá los doctores son muy buenos-- respondió la tía.
Ojala, ojala entre lagrimas repetía…. Después de un largo paréntesis en silencio, los minutos empezaron a correr más lentamente al igual que los médicos, esto provoco cierta tranquilidad en ambas, suavemente la quietud conquisto el pasillo blanco, el frió silencio hospitalario, (ahora mas calmas) las obligo a cuchichear, a modo de descarga.
-. Junto a sus amigas, estaban jugando tranquilamente en el sol de la tarde, vos sabes lo bueno que es sol. Una de ellas me dijo que, sin darse cuenta, notaron que se había ido. Conociendo a mi hija, con lo curiosa que es, seguro que se deslizo sigilosamente para que no se dieran cuenta, es que sola no la hubiera dejado ir nunca….-, nuevamente el sollozo ataco a la afligida madre.
--.Tranquila, tranquila, hay que tener fe, y como te dije antes acá los doctores son muy buenos.--
Nuevamente otro lapso de aparente paz, es donde pasillo se volvía molesto a la vista, con ese color blanco desesperanza. Esta vez quiso murmurar algo, pero el agotamiento y dolor, la callo. Por solidaridad a su hermana mantuvo el sepulcral silencio por casi una hora, hasta que el penetrante agudo crujir de una puerta, volatilizo el momento, dejándose ver por detrás el doctor con rostro serio y a la vez esperanzado.
Intuyeron algo bueno, las madres no se equivocan. El doctor corroboro la sensación, con el tipico lenguaje lacónico de los médicos, “esta reaccionado bien al antídoto”. El doctor luego de decir esto, no quería desaprovechar la oportunidad de alimentar su ego y creerse Dios, como buen medico, por ello estiro su lengua bifida, para olfatear la emoción de las hermanas, que respondieron por cortesía con una pequeña estiradita, apenitas, para enrocarse en un fraternal abrazo. El docto se deslizo suavemente sin molestar.
La pequeña yarara internada había sido mordida, por un hombre común de las sierras, tirando a petison, sabida es su terrible ponzoña. Al no poder determinar que clase de hombre la mordió, le aplicaron el antídoto trivalente que cubre hombre de ciudad, pueblo y campo.
Este humilde blog, esta destinado a las impresiones cotidianas,por ello se aceptan todas las criticas. Al menos tengo esa impresión por ahora. (TODO LO PUBLICADO ES DE MI AUTORIA, EXCEPTO QUE INDIQUE LO CONTRARIO)
sábado, 18 de junio de 2011
jueves, 2 de junio de 2011
Revisión y tiempos difíciles
"Escrito de un tiron, necesito un poco de catarsis"
Revisión y tiempos difíciles
Ayer fui al doctor, a buscar los resultados, es que andaba con unas nañas. Siempre que veo a un doctor me gana el nerviosismo, no puedo evitarlo, admiro aquellos que aman ir al medico y desean que le encuentren algo, yo soy todo lo contrario.
Mientras esperaba mi turno (iba escribir “aguardar”, jamás digo aguardar),se encontraban dos mujeres en la sala, una mediaba entre señora y chica soltera (difícil de determinar, pero linda), la otra definitivamente se dejaba adivinar casada. Tímidamente quise entablar conversación (romper el hielo), como todo humano, mencionando al tiempo sin dirigirme a ninguna, hubo una larga pausa sin una contestación de cortesía, esto me produjo cierta tensión e hizo mas tediosa la espera.
Súbitamente el doctor abre la puerta y llama a la señora, que se levanta sin proferir ninguna palabra hacia el doctor, acomoda su cartera y entra velozmente al consultorio con mirada altiva, dejando una estela de perfume (caro supongo), por dentro pensaba, anda vieja cogotuda a quien le ganaste, típico resentimiento de mi parte y enojo.
Quedaba entonces, la mujer indeterminada, como desistí de conversar aunque no las ganas, tome un grafico (era nuevo, raro en un consultorio) observe la tapa y el titulo que decía: “River a un paso de la catástrofe”, quede perplejo mirando la tapa, imprevistamente irrumpió con voz dulce y firme a la vez
– que desastre que son – el comentario, lejos de sorprender, me indujo rápidamente
querer saber de que equipo era, - si! agregué, son unos pataduras, pero vamos a salir de esta, suerte que ya jugamos con boca- - si gracias a Dios pasamos ese partido- dijo con suavidad, (simpatizaba por River como yo!! ), la conversación se animo. Estaba meditando si pedirle el teléfono o esperar a que me lo diera, cuando el doctor abre nuevamente la puerta, interrumpiendo mi dubitativa meditación, e invitándola a pasar con un gentil ademán sin soltar la puerta.
Maldije por la oportunidad perdida, encontrar una mujer que hable de fútbol y de River, me recontramaldeci con mas ganas por gil. En eso estaba y noté que la mujer anterior, mejor dicho la cogotuda, se retiraba con el ceño fruncido sin saludar, siquiera al doctor.
Transcurrió como media hora, suficiente tiempo para leer varias notas del grafico, hasta que una vez mas abriose la puerta, saliendo como una furia la hermosa mujer (enojada era mas linda todavia) hincha de River , dejando mi saludo colgado, en una especie de eco mental (el chau (proferido),y el teléfono (pensado) , chau y el teléfono..), por detrás surgió, el doctor con tono empatico y diabólico diciendo secamente, su turno.
Entre resignado por la chance desperdiciada, sin mediar palabras me recosté sobre la camilla, el procedió a la revisada de rutina, en ese lapso silencioso logre olvidarme de la mujer para focusar en el verdadero motivo de la visita al medico: Los analisis.
-¿Y doctor que tengo?-
-. Humm , los analisis…-
- Que tengo doctor, no me asuste-
- Bueno Usted tiene las defensas, por decirlo de alguna manera bajo tierra, el electroencefalograma arroja poca actividad cerebral, digamos mucho inconformismo del malo, estado de extrema sensibilidad-
-¿Que hago?, escuetamente pregunte-
-Yo le recomiendo que cambie un poco su vida diaria, primero, deje de no tomar y no fumar, de vez en cuando, también deje de no salir, con mas frecuencia. Busque no tan buenas compañías por un rato. No vaya a la Iglesia con mucha asidues , deje de no ir al bar (San Juan y Trejo hay uno, se lo recomiendo, o si orsai bar esta muy bueno), no abuse del trabajo, deje para mañana lo de hoy, y no vaya a la cancha. En fin tiene que dejar … por lo demás todo bien-
Me ofusco bastante las recomendaciones, mas lo que me costo la consulta, un afano. Antes de abandonar la sala me advirtió, ah olvídese de su equipo que le hace mal, mucho daño para su pobre corazón, comenzando con unas series de detalles innecesarios que no venían al caso . Hice como que no escuche, luchaba por lograr salir a la calle, quería sencillamente escaparme de su palabrerio, pero corrió hasta la puerta para alcanzarme, con la sarcástica intención de obsequiarme el gráfico, ofreciendolo con la tapa hacia arriba -tome lleveselo si quiere- (me dijo a media sonrisa) . Aprovechando mi descuido , con mucha intención maliciosa, apenas se había desprendido el delantal, donde se dejaba ver un pequeño borde amarillo con azul.
Revisión y tiempos difíciles
Ayer fui al doctor, a buscar los resultados, es que andaba con unas nañas. Siempre que veo a un doctor me gana el nerviosismo, no puedo evitarlo, admiro aquellos que aman ir al medico y desean que le encuentren algo, yo soy todo lo contrario.
Mientras esperaba mi turno (iba escribir “aguardar”, jamás digo aguardar),se encontraban dos mujeres en la sala, una mediaba entre señora y chica soltera (difícil de determinar, pero linda), la otra definitivamente se dejaba adivinar casada. Tímidamente quise entablar conversación (romper el hielo), como todo humano, mencionando al tiempo sin dirigirme a ninguna, hubo una larga pausa sin una contestación de cortesía, esto me produjo cierta tensión e hizo mas tediosa la espera.
Súbitamente el doctor abre la puerta y llama a la señora, que se levanta sin proferir ninguna palabra hacia el doctor, acomoda su cartera y entra velozmente al consultorio con mirada altiva, dejando una estela de perfume (caro supongo), por dentro pensaba, anda vieja cogotuda a quien le ganaste, típico resentimiento de mi parte y enojo.
Quedaba entonces, la mujer indeterminada, como desistí de conversar aunque no las ganas, tome un grafico (era nuevo, raro en un consultorio) observe la tapa y el titulo que decía: “River a un paso de la catástrofe”, quede perplejo mirando la tapa, imprevistamente irrumpió con voz dulce y firme a la vez
– que desastre que son – el comentario, lejos de sorprender, me indujo rápidamente
querer saber de que equipo era, - si! agregué, son unos pataduras, pero vamos a salir de esta, suerte que ya jugamos con boca- - si gracias a Dios pasamos ese partido- dijo con suavidad, (simpatizaba por River como yo!! ), la conversación se animo. Estaba meditando si pedirle el teléfono o esperar a que me lo diera, cuando el doctor abre nuevamente la puerta, interrumpiendo mi dubitativa meditación, e invitándola a pasar con un gentil ademán sin soltar la puerta.
Maldije por la oportunidad perdida, encontrar una mujer que hable de fútbol y de River, me recontramaldeci con mas ganas por gil. En eso estaba y noté que la mujer anterior, mejor dicho la cogotuda, se retiraba con el ceño fruncido sin saludar, siquiera al doctor.
Transcurrió como media hora, suficiente tiempo para leer varias notas del grafico, hasta que una vez mas abriose la puerta, saliendo como una furia la hermosa mujer (enojada era mas linda todavia) hincha de River , dejando mi saludo colgado, en una especie de eco mental (el chau (proferido),y el teléfono (pensado) , chau y el teléfono..), por detrás surgió, el doctor con tono empatico y diabólico diciendo secamente, su turno.
Entre resignado por la chance desperdiciada, sin mediar palabras me recosté sobre la camilla, el procedió a la revisada de rutina, en ese lapso silencioso logre olvidarme de la mujer para focusar en el verdadero motivo de la visita al medico: Los analisis.
-¿Y doctor que tengo?-
-. Humm , los analisis…-
- Que tengo doctor, no me asuste-
- Bueno Usted tiene las defensas, por decirlo de alguna manera bajo tierra, el electroencefalograma arroja poca actividad cerebral, digamos mucho inconformismo del malo, estado de extrema sensibilidad-
-¿Que hago?, escuetamente pregunte-
-Yo le recomiendo que cambie un poco su vida diaria, primero, deje de no tomar y no fumar, de vez en cuando, también deje de no salir, con mas frecuencia. Busque no tan buenas compañías por un rato. No vaya a la Iglesia con mucha asidues , deje de no ir al bar (San Juan y Trejo hay uno, se lo recomiendo, o si orsai bar esta muy bueno), no abuse del trabajo, deje para mañana lo de hoy, y no vaya a la cancha. En fin tiene que dejar … por lo demás todo bien-
Me ofusco bastante las recomendaciones, mas lo que me costo la consulta, un afano. Antes de abandonar la sala me advirtió, ah olvídese de su equipo que le hace mal, mucho daño para su pobre corazón, comenzando con unas series de detalles innecesarios que no venían al caso . Hice como que no escuche, luchaba por lograr salir a la calle, quería sencillamente escaparme de su palabrerio, pero corrió hasta la puerta para alcanzarme, con la sarcástica intención de obsequiarme el gráfico, ofreciendolo con la tapa hacia arriba -tome lleveselo si quiere- (me dijo a media sonrisa) . Aprovechando mi descuido , con mucha intención maliciosa, apenas se había desprendido el delantal, donde se dejaba ver un pequeño borde amarillo con azul.
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