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jueves, 19 de febrero de 2015

Ley

Ley  

   Aquel hombre importante de la Aldea, se hallaba muy feliz, porque gracias a un increíble milagro, su hijo menor pudo sobrevivir. Nunca fue un hombre de fe, luego de ese evento cambio su actitud hacia el creador.

    Tanta dicha, le impulso a construir en su honor, el templo mas imponente e importante, realizado hasta entonces.

    La monumental obra , caprichosamente se interpuso en el camino del hacedor  ,  sin otra alternativa este se poso sobre el reluciente campanario,  aprovecho descansar, ya que viajaba bajo la forma de un hermoso cuervo negro. 

   Amaba adoptar esa apariencia en particular. La aldea trajo a su memoria, el pequeño.  Al observar el impresionante monumento, sobre el cual se posaba y recién construido en su nombre , considero que  el niño ya no  se encontraba en manos seguras, decidió  entonces convertirlo en su acompañante.

      El tiempo de descanso había culminado, permitió al niño jugar por ultima vez, con un graznido le ordeno desplegar sus alas e iniciar el vuelo juntos. Desde los cielos, la infinitésima partícula humana todavía aun sin convertir del pequeño, le provocó una diminuta lagrima, transformándose en lluvia y despedida.


    A partir de ese evento, se convirtió en ley matar a los cuervos, por considerarlos pájaros de mal agüero.

martes, 10 de febrero de 2015

Biblioteca

Biblioteca.

Venia aquel hombre niño caminando sonriente por la vereda,  casualmente el amigo que venia por la otra, lo vió tan compenetrado en su alegría, que decidió cruzarse  con afán de conversar y curiosear  por qué tanta algarabía.
-¿che de donde venís tan contento?- preguntó
- - no sabes, es increíble de donde vengo - -
 - debe ser algo bueno, porque para que vos estés así-
- - Si si, vengo de una Biblioteca mágica - -
- Hum no me engañes, ¿que es eso? vos le disparas a los libros. Decime la verdad, conociste una chica o estuviste tomando algo –
- - no no en serio, estuve ahí. Era una sala rara, muy rara, tenia  largos pasillos no sé de cuantos metros, rodeados de grandes y altos estantes, todos vacios –
- Entonces no tenia nada de mágica, estaba vacía –
- - Tenes razón, yo pensé lo mismo, pero al final de ese laberinto en el pasillo mas estrecho, encontré un libro - -
- ¿Un libro!!!?
- - lo mismo me dije, que desperdicio de espacio para un libro. Como dijiste antes, yo le disparo a los libros, la casualidad me había puesto en ese lugar y tenia un poco de miedito, pero ya que estaba en el baile agarre y lo abrí - -
- ¿y?-
-- y encontré todo en ese libro, ahí, en ese solo libro estaba todo! - -
- ¿Cómo todo?
- - Si todo - -
Luego de esta última aseveración, fue el momento en que leves muescas de terror comenzaron a deformar  su jovial  rostro y  se largo a correr.







lunes, 9 de diciembre de 2013

45 minutos

45 minutos

      Estaba solo sentado sobre el banco metálico, en el pequeño habitáculo del vestuario. Encorvado, mirando su pie derecho descalzo, la uñas mal cortadas, viejas y amarillentas, le dibujaban un pie cansado. Había andado mucho, por lugares sin gloria, con la nostalgia  del tiempo que  endulza a los amargos recuerdos,  su mano pensativa sostenía a la malherida media.

     Desvió su vista para evitar ver el retorcido cuero de sus viejos y descoloridos botines, cachuzos. Una tibia lagrima se deslizo no mas a allá de su mejillas, el puño se encargo de limpiarla rápidamente cuando apareció el gringo, preguntando si estaba listo. Hurgo con cierta dejadez adentro del bolso, hasta encontrar el frasco que tenia  un  cachito de aceite, intuyendo, que quizás fuera por ultima vez, repaso suavemente una vez mas su maltratado tobillo. 

   Iba a ir desde el arranque, todavía no había llegado el negro Benítez, (el diez), se preguntaba si valía la pena el intento, como incentivo recordó sus primeros pasos, aquella gambeta endiablada, la dupla con el Turco, mientras, prolijamente  se ajustaba las descuajeringadas vendas. Revolvió una vez mas en el bolso hasta encontrar la canillera , compañera  de mil batallas , sabedora ella, se acomodo suavemente acariciándolo, como una madre a su hijo,apenas rozando su golpeada tibia,  y   se transporto una vez mas a el inclaudicable sueño de jugar en primera.

   El gringo volvió a asomarse, después de chistar  con voz compasiva y a mediotono le dijo:  dale che… te están esperando. Su oídos entendieron perfectamente las situación, dio un brinco desde el banco, el chasquido de los gastados tapones contra el cemento del piso, rejuvenecía sus cansinas piernas, que añoraban las siestas de  picados en el potrero. Enfilo sin mucho preámbulo lentamente a la cancha.

   Emprolijo la camiseta con meditada pulcritud dentro de los cortos, el círculo central que jamás lo había visto, le susurro en broma: hoy la rompes viejo. Continuo concentrado acomodándose la camiseta, que en algún sueño tiempo atrás fue blanca y roja, o tal vez azul o amarilla, queriendo disimular ese actual gris a tango, que se entremezclaba con el pasto ralo y tierra. La garua suave hacia mas pesada la olvidada pelota.

   El arbitro dio inicio al partido  sin sol y el wing movió la redonda. Corre siempre por el medio detrás del cinco, le gritaba el técnico. Le costo meterse en el juego, el balón se deslizaba sin ganas, era mucho el maltrato. Un rebote casual le llego adonde estaba ubicado, acercándose el esférico disimuladamente a la pierna mala, que sin titubear ejerció, toda su vieja potencia.  Salió el fulbo, disparado, como un rayo, el arquero observo la parábola quasi recta, parado, sin reacción, y la pelota viendo que no iba a entrar blasfemaba, viejo tenia que darle mas rosca, para que me acerco, y se esfumo tras el pastizal rozando el parante izquierdo. Promediaba los 30 minutos del primer tiempo.


   Casi llegando a los cuarenta y cinco, tuvo otra, pero esta vez se fabrico la chance tras un corner, aprovechando la defensa mal parada, la pelota le grito voy al segundo palo. Sus piernas obedecieron al mandato de la redonda sin chistar y elevaron al cuerpo trajinado, despojándolo de toda gravedad, logrando un salto propiamente olímpico. 

   Por unos segundos quedo suspendido, flotando, en ese flotar recordó todas las tardes de gol, su infancia, su vieja, su primera novia, su primer romance con la hinchada , tantas emociones hincharon sus ojos de recuerdos y  no pudieron evitar cerrarse en el momento de cabecear, el cabezazo fue de manual, cambiándola de palo con el parietal, de sobrepique al suelo, pero otra vez la pelota mojada y enojada se fue cerca, casi gritando gol.

   Después del formidable cabezazo, un poco atontado,  escucho el pitazo final del primer tiempo.  Un casi imperceptible buena! proveniente del banco de suplente, se dejo oir, suavizando un poco  el sabor a hiel en el alma   . El cinco encendió su rostro, sin disimular, al ver al negro Benitez, calentando en la orilla de la cancha, en el banco se palpaba la algarabía en contrapunto con la visita, alguno que otro  desde la tribuna gritó, llego el negro estamos salvados!!!. 

   Caminando lentamente, dirigiéndose ya hacia el vestuario,  al pasar se cruzo al referí, , extendió su mano  y solitariamente  lo despidió.

   El círculo central guardo silencio.  

domingo, 24 de marzo de 2013

Dime quien eres y te diré como juegas.

Dime quien eres y te diré como juegas.


    Domingo por la tarde, almuerzo familiar, como tantos que ocurren. Las conversaciones van y vienen, en un salpicado de temas, implícitamente cada uno sabe que tema no tocar, lo mas importante es mantener la armonía. La forma de encadenamientos de las charlas, es algo que siempre me asombro, no entiendo muy bien el mecanismo, creo que depende de cada uno, aunque creo que existe un patrón intuitivo donde indica el tópico que sigue a continuación  (teoría por parte mía totalmente especulativa).

  Estábamos charlando esporádicamente, a igualdad de silencios, y frases a vuelo de pájaro. Entonces mi hermano se aparta de la mesa, toma la guitarra de mi hermana que había acercado como media hora antes de almorzar, y empieza a tocar, Sabarande de Handel, diciéndome:

1 -Vi la película  " Barry Lyndon " de Stanley Kubrick (I) , esta buena, tenés que verla. -

2 - Huy! a esa la sabia un pedacito (como siempre hago con las partituras de guitarra, aprendo hasta la mitad cuando se complica un poco la paciencia se me agota), impacta esa melodía, me parece que yo te la di a esa partitura, che la película como es.-

1 - Esta buena, tenés que verla (repite lo mismo pero esta vez afirmando con énfasis), poniendo cara de yo la vi y vos no.-

2 - ¿En donde la viste?, demando.-

1 – La vi por cuevana (II), responde.-


“cuevana” primer palabra concatenadora que dispara la conversación a cualquier punto, esta palabra deriva de cueva, obviamente, y justo, vaya a saber porque razón, adentro de la frutera de vidrio, parecida a una de mi abuela que trajo de Italia y rompí de niño, mi vieja había dejado un pepino. Mi mente martirizada por las viejas hazañas del glorioso River Plate, me hizo inevitablemente asociar, pepino-cuevana-pipino-Cuevas(III)-River Plate-Ramon Diaz (IV).

      2 -. Espero que le vaya bien a Ramón, replique.-

      1 -. Sorprendido, estirando sus cejas hacia arriba, mirándome y dibujando una    
            sonrisa con sorna, repregunta ¿Qué tiene que ver Ramón, con lo que   
            hablábamos? 

      2 -. No me des bola, yo me entiendo, (no tenia ganas de explicar la asociación).-

      1-. Continuando la sonrisa y hablando a través de ella sin soltar la guitarra,
            afirmó: Leí el otro día en el diario,  que Ramón  Diaz se cae y Bianchi (V) también.

Nuevamente, no pude frenar ese impulso que activa vaya a saber que neuronas del recuerdo, y con frenesí esta vez alinee. Bianchi-Bianchi borgoña-asado-parrila-mozo-antiguo jefe mío, (con el que trabaje de mozo en una parrilla, en mi época de estudiante y jugador malo de ajedrez).

       2 -. Si… hum.. vos sabes que lo vi al Cleto el otro día.-

       1 -. medio hastiado me interpelo, Uf….. ¿que te pasa? ,.-

       2 -. Tenés razón, estoy medio disperso hoy.-

Se pacto un silencio, no me animaba a decir nada, mi hermano recomenzó a tocar la “sarabande de Handel” , hamacándose peligrosamente con la silla. Esa arriesgada acción me  llevo a la imagen de una caída en condiciones similares, que a su vez derivo en un golpe en la rodilla y una guitarra menos que tanto añoro,  también a un picado de fútbol cinco donde sufrí un mismo porrazo. Luego de dos o tres minutos tímidamente susurre.
  
        2-. ¿Estas jugando al futbol?

        1-. Si! rebatió tajante

Espere un tiempo prudencial y con esfuerzo reprimí cualquier asociación, era imperioso mantener el dialogo.

        2-. Futbol cinco juegan,¿no?.

        1-. No futbol siete jugamos.

Y sin ningún requerimiento de mi parte, continúo explayándose.

        1-. Juego con los matemáticos, me costo que me acepten (mi hermano es doctor en
              física), porque   los Físicos son medios enquilombados (VI) para jugar, al fútbol, en
              cambio los matemáticos juegan todos ordenados, a mi me pusieron de tres y ahí
              quede,ah también ahora me empezaron a dar la pelota. 

Luego de esa respuesta, no pude contenerme y comencé el libre albedrío de links, desenfrenado . Se me ocurrió un equipo de fútbol formado por agrimensores, donde el equipo estaba hecho a medida, otro de contadores o economistas,  un equipo totalmente especulador, un equipo de Teólogos, este seria un equipo con mística, uno de músicos, con ritmo, etc etc…. Y la lista seguía… sabiendo que debía ser sutilmente cauto, le conteste:

         2-. Ah…..

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(I)   Director de cine
(II)  Sitio de Internet donde se pueden ver películas
(III) Pipino Cuevas ex-jugador de River Plate, que soñó que le hacia un gol a Boca, y lo hizo,   
       también uno en el ultimo minuto a Racing, como lo grite.
(IV) Actual técnico de River, famoso por su suerte
(V)  Actual técnico de Boca, famoso por tener el celular de Dios.

      (VI) Enquilombados: desordenado, dificultoso , etc (todo lo que implique quilombo)

miércoles, 13 de marzo de 2013

Jimi

La música divina, ascendió desde el infierno, suave, penetrante y
tenebrosa. Sin  esperar, la música infernal descendió desde el cielo, clara, arrolladora y voluptuosa. Entablose entonces  el duelo, entre el bien y el mal, púas y dedos, cruces y caminos, batiéndose rabiosamente hasta la ultima gota de blues. Malherida la guitarra, lloró con celestial eco, el ultimo diabólico solo.