Ley
Aquel hombre importante de
la Aldea, se hallaba muy feliz, porque gracias a un increíble milagro, su hijo
menor pudo sobrevivir. Nunca fue un hombre de fe, luego de ese evento cambio su
actitud hacia el creador.
Tanta dicha, le impulso
a construir en su honor, el templo mas imponente e importante, realizado hasta
entonces.
La monumental obra , caprichosamente
se interpuso en el camino del hacedor , sin otra alternativa este
se poso sobre el reluciente campanario, aprovecho descansar, ya que
viajaba bajo la forma de un hermoso cuervo negro.
Amaba adoptar esa apariencia en particular. La
aldea trajo a su memoria, el pequeño. Al observar el impresionante
monumento, sobre el cual se posaba y recién construido en su nombre , considero
que el niño ya no se encontraba en manos seguras, decidió
entonces convertirlo en su acompañante.
El tiempo
de descanso había culminado, permitió al niño jugar por ultima vez, con un
graznido le ordeno desplegar sus alas e iniciar el vuelo juntos. Desde los
cielos, la infinitésima partícula humana todavía aun sin convertir del pequeño, le provocó una diminuta lagrima, transformándose
en lluvia y despedida.
A partir de ese
evento, se convirtió en ley matar a los cuervos, por considerarlos pájaros de
mal agüero.