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lunes, 9 de diciembre de 2013

45 minutos

45 minutos

      Estaba solo sentado sobre el banco metálico, en el pequeño habitáculo del vestuario. Encorvado, mirando su pie derecho descalzo, la uñas mal cortadas, viejas y amarillentas, le dibujaban un pie cansado. Había andado mucho, por lugares sin gloria, con la nostalgia  del tiempo que  endulza a los amargos recuerdos,  su mano pensativa sostenía a la malherida media.

     Desvió su vista para evitar ver el retorcido cuero de sus viejos y descoloridos botines, cachuzos. Una tibia lagrima se deslizo no mas a allá de su mejillas, el puño se encargo de limpiarla rápidamente cuando apareció el gringo, preguntando si estaba listo. Hurgo con cierta dejadez adentro del bolso, hasta encontrar el frasco que tenia  un  cachito de aceite, intuyendo, que quizás fuera por ultima vez, repaso suavemente una vez mas su maltratado tobillo. 

   Iba a ir desde el arranque, todavía no había llegado el negro Benítez, (el diez), se preguntaba si valía la pena el intento, como incentivo recordó sus primeros pasos, aquella gambeta endiablada, la dupla con el Turco, mientras, prolijamente  se ajustaba las descuajeringadas vendas. Revolvió una vez mas en el bolso hasta encontrar la canillera , compañera  de mil batallas , sabedora ella, se acomodo suavemente acariciándolo, como una madre a su hijo,apenas rozando su golpeada tibia,  y   se transporto una vez mas a el inclaudicable sueño de jugar en primera.

   El gringo volvió a asomarse, después de chistar  con voz compasiva y a mediotono le dijo:  dale che… te están esperando. Su oídos entendieron perfectamente las situación, dio un brinco desde el banco, el chasquido de los gastados tapones contra el cemento del piso, rejuvenecía sus cansinas piernas, que añoraban las siestas de  picados en el potrero. Enfilo sin mucho preámbulo lentamente a la cancha.

   Emprolijo la camiseta con meditada pulcritud dentro de los cortos, el círculo central que jamás lo había visto, le susurro en broma: hoy la rompes viejo. Continuo concentrado acomodándose la camiseta, que en algún sueño tiempo atrás fue blanca y roja, o tal vez azul o amarilla, queriendo disimular ese actual gris a tango, que se entremezclaba con el pasto ralo y tierra. La garua suave hacia mas pesada la olvidada pelota.

   El arbitro dio inicio al partido  sin sol y el wing movió la redonda. Corre siempre por el medio detrás del cinco, le gritaba el técnico. Le costo meterse en el juego, el balón se deslizaba sin ganas, era mucho el maltrato. Un rebote casual le llego adonde estaba ubicado, acercándose el esférico disimuladamente a la pierna mala, que sin titubear ejerció, toda su vieja potencia.  Salió el fulbo, disparado, como un rayo, el arquero observo la parábola quasi recta, parado, sin reacción, y la pelota viendo que no iba a entrar blasfemaba, viejo tenia que darle mas rosca, para que me acerco, y se esfumo tras el pastizal rozando el parante izquierdo. Promediaba los 30 minutos del primer tiempo.


   Casi llegando a los cuarenta y cinco, tuvo otra, pero esta vez se fabrico la chance tras un corner, aprovechando la defensa mal parada, la pelota le grito voy al segundo palo. Sus piernas obedecieron al mandato de la redonda sin chistar y elevaron al cuerpo trajinado, despojándolo de toda gravedad, logrando un salto propiamente olímpico. 

   Por unos segundos quedo suspendido, flotando, en ese flotar recordó todas las tardes de gol, su infancia, su vieja, su primera novia, su primer romance con la hinchada , tantas emociones hincharon sus ojos de recuerdos y  no pudieron evitar cerrarse en el momento de cabecear, el cabezazo fue de manual, cambiándola de palo con el parietal, de sobrepique al suelo, pero otra vez la pelota mojada y enojada se fue cerca, casi gritando gol.

   Después del formidable cabezazo, un poco atontado,  escucho el pitazo final del primer tiempo.  Un casi imperceptible buena! proveniente del banco de suplente, se dejo oir, suavizando un poco  el sabor a hiel en el alma   . El cinco encendió su rostro, sin disimular, al ver al negro Benitez, calentando en la orilla de la cancha, en el banco se palpaba la algarabía en contrapunto con la visita, alguno que otro  desde la tribuna gritó, llego el negro estamos salvados!!!. 

   Caminando lentamente, dirigiéndose ya hacia el vestuario,  al pasar se cruzo al referí, , extendió su mano  y solitariamente  lo despidió.

   El círculo central guardo silencio.  

domingo, 24 de marzo de 2013

Dime quien eres y te diré como juegas.

Dime quien eres y te diré como juegas.


    Domingo por la tarde, almuerzo familiar, como tantos que ocurren. Las conversaciones van y vienen, en un salpicado de temas, implícitamente cada uno sabe que tema no tocar, lo mas importante es mantener la armonía. La forma de encadenamientos de las charlas, es algo que siempre me asombro, no entiendo muy bien el mecanismo, creo que depende de cada uno, aunque creo que existe un patrón intuitivo donde indica el tópico que sigue a continuación  (teoría por parte mía totalmente especulativa).

  Estábamos charlando esporádicamente, a igualdad de silencios, y frases a vuelo de pájaro. Entonces mi hermano se aparta de la mesa, toma la guitarra de mi hermana que había acercado como media hora antes de almorzar, y empieza a tocar, Sabarande de Handel, diciéndome:

1 -Vi la película  " Barry Lyndon " de Stanley Kubrick (I) , esta buena, tenés que verla. -

2 - Huy! a esa la sabia un pedacito (como siempre hago con las partituras de guitarra, aprendo hasta la mitad cuando se complica un poco la paciencia se me agota), impacta esa melodía, me parece que yo te la di a esa partitura, che la película como es.-

1 - Esta buena, tenés que verla (repite lo mismo pero esta vez afirmando con énfasis), poniendo cara de yo la vi y vos no.-

2 - ¿En donde la viste?, demando.-

1 – La vi por cuevana (II), responde.-


“cuevana” primer palabra concatenadora que dispara la conversación a cualquier punto, esta palabra deriva de cueva, obviamente, y justo, vaya a saber porque razón, adentro de la frutera de vidrio, parecida a una de mi abuela que trajo de Italia y rompí de niño, mi vieja había dejado un pepino. Mi mente martirizada por las viejas hazañas del glorioso River Plate, me hizo inevitablemente asociar, pepino-cuevana-pipino-Cuevas(III)-River Plate-Ramon Diaz (IV).

      2 -. Espero que le vaya bien a Ramón, replique.-

      1 -. Sorprendido, estirando sus cejas hacia arriba, mirándome y dibujando una    
            sonrisa con sorna, repregunta ¿Qué tiene que ver Ramón, con lo que   
            hablábamos? 

      2 -. No me des bola, yo me entiendo, (no tenia ganas de explicar la asociación).-

      1-. Continuando la sonrisa y hablando a través de ella sin soltar la guitarra,
            afirmó: Leí el otro día en el diario,  que Ramón  Diaz se cae y Bianchi (V) también.

Nuevamente, no pude frenar ese impulso que activa vaya a saber que neuronas del recuerdo, y con frenesí esta vez alinee. Bianchi-Bianchi borgoña-asado-parrila-mozo-antiguo jefe mío, (con el que trabaje de mozo en una parrilla, en mi época de estudiante y jugador malo de ajedrez).

       2 -. Si… hum.. vos sabes que lo vi al Cleto el otro día.-

       1 -. medio hastiado me interpelo, Uf….. ¿que te pasa? ,.-

       2 -. Tenés razón, estoy medio disperso hoy.-

Se pacto un silencio, no me animaba a decir nada, mi hermano recomenzó a tocar la “sarabande de Handel” , hamacándose peligrosamente con la silla. Esa arriesgada acción me  llevo a la imagen de una caída en condiciones similares, que a su vez derivo en un golpe en la rodilla y una guitarra menos que tanto añoro,  también a un picado de fútbol cinco donde sufrí un mismo porrazo. Luego de dos o tres minutos tímidamente susurre.
  
        2-. ¿Estas jugando al futbol?

        1-. Si! rebatió tajante

Espere un tiempo prudencial y con esfuerzo reprimí cualquier asociación, era imperioso mantener el dialogo.

        2-. Futbol cinco juegan,¿no?.

        1-. No futbol siete jugamos.

Y sin ningún requerimiento de mi parte, continúo explayándose.

        1-. Juego con los matemáticos, me costo que me acepten (mi hermano es doctor en
              física), porque   los Físicos son medios enquilombados (VI) para jugar, al fútbol, en
              cambio los matemáticos juegan todos ordenados, a mi me pusieron de tres y ahí
              quede,ah también ahora me empezaron a dar la pelota. 

Luego de esa respuesta, no pude contenerme y comencé el libre albedrío de links, desenfrenado . Se me ocurrió un equipo de fútbol formado por agrimensores, donde el equipo estaba hecho a medida, otro de contadores o economistas,  un equipo totalmente especulador, un equipo de Teólogos, este seria un equipo con mística, uno de músicos, con ritmo, etc etc…. Y la lista seguía… sabiendo que debía ser sutilmente cauto, le conteste:

         2-. Ah…..

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(I)   Director de cine
(II)  Sitio de Internet donde se pueden ver películas
(III) Pipino Cuevas ex-jugador de River Plate, que soñó que le hacia un gol a Boca, y lo hizo,   
       también uno en el ultimo minuto a Racing, como lo grite.
(IV) Actual técnico de River, famoso por su suerte
(V)  Actual técnico de Boca, famoso por tener el celular de Dios.

      (VI) Enquilombados: desordenado, dificultoso , etc (todo lo que implique quilombo)

miércoles, 13 de marzo de 2013

Jimi

La música divina, ascendió desde el infierno, suave, penetrante y
tenebrosa. Sin  esperar, la música infernal descendió desde el cielo, clara, arrolladora y voluptuosa. Entablose entonces  el duelo, entre el bien y el mal, púas y dedos, cruces y caminos, batiéndose rabiosamente hasta la ultima gota de blues. Malherida la guitarra, lloró con celestial eco, el ultimo diabólico solo.

jueves, 7 de marzo de 2013

500 años


“El gran cazador de "Elefantes" le ordeno, (creyendo suyo todavía al súbdito latinoamericano y moreno): " Por qué, no te callas", y en una fracción infinita de segundo, 500 años de vidas morenas, 500 años de sufrimiento y dolor, 500 años de esclavitud, 500 años de saqueos, 500 años de humillaciones,500 años de hambre e injusticias , se aunaron en una sola voz, morena y latinoamericana, y  500 años latinoamericanos le contestaron, al gran cazador de Elefantes”  (Alceo Omar Billoni). Version personal sobre la respuesta de Chavez al gran cazador de elefantes.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Chavez


“A la nación venezolana, mi afecto en estas horas difíciles. Es momento de respeto y de encontrar amparo en las instituciones democráticas.” Ricardo Alfonsin, .

Siempre que leo: “Que el respeto a las instituciones, amparo en las instituciones democráticas, institucionalidad democrática, que la institución, que el amparo, respeto al orden, ser serio, vestirse de serio, con una corbata seria, y traje costoso en serio, fruncir el ceño, para decir con tono serio, (el que lo dice tiene o tendrá plata en serio), porque es serio y trabaja de serio, y el periodista vestido seriamente, le pregunta con tono serio, y el responde que se vienen momentos serios para las institucionalidad, de la democracia, y serios problemas para la seriedad de expresión, que hay que garantizar la seguridad jurídica de la seriedad, que corre grave peligro en Latinoamérica, porque hay personas pocas serias, que no se visten en serio, que no hablan con tono serio, que no usan corbatas y no fruncen el ceño, que son alegres, hablan mucho y no tienen nada de serio, que no respetan “el orden” y la seriedad de expresión.” 

A esas personas una sola cosa les preocupa: “que estos desacatados aman al pueblo, en serio ”.

Mi humildes palabras, con tristeza para Chavez.

pd:  Este manifiesto, es contra el uso de las palabras, serias y huecas. (después que lo han calificado, de dictador, populista , autoritario, de lider antidemocratico, comunista, etc. etc... inclusive hasta  de chimpancé, ahora lo sienten, vamos.....)

jueves, 28 de febrero de 2013

Cien punto seis segundos



Me tome el atrevimiento de hacer una pequeña versión humorística cordobesa (eso intento que sea) , bastante osado lo mio, del excelente cuento, de Hernan Casciari 10.6 segundos que se encuentra en su pagina editorialorsai.com (apretar el boton que dice blog y ahi esta) . (Hecho con el mayor de los respetos, desde un lugar común , ya que no tengo, ni tendré el talento de los dos gordos, Casciari y Maradona)


Este es el original, me lo chorearon, es corto y no vale la pena mucho leerlo



100.6 segundos

Menos de 101 segundos antes, cuando el negro ochoa rechaza pa’ el orto y luego de picar la pelota en una piedrita, jugabamos en la canchita de atrás del policlino, me viene la pelota , el reloj marca la hora en que tenia que volver pa’ las casas (acá en córdoba se dice así) porque tenia que llevar a la patrona al centro (eran los tiempos sin chopin), en la escena central están Juan (el que trabaja de albañil, no lo conocen), la coneja y el Beto. El arbitro somos todos, tenemos resaca del sábado a la noche y corremos poco, se cobra ful cuando es muy alevoso.
                                       
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Ahora la pelota me rebota en la pierna menos hábil (puede ser la izquierda o la derecha), hace un calorononon (acá en córdoba se dice así) y en la canchita no hay nadie y menos sombra. Los únicos que me pueden parar, son Juan y el Beto.  La Coneja se mueve en cámara lenta y no hace falta ser mago para adivinar su inmovilidad, (no durmió y se tomo todo). Juan  es sopechado de ser  medio pata de lana y padre de Juancito, que vive en la esquina,  cerca de la cancha. El Beto trabaja en la muni, tiene dos hijos, uno la rompe en las inferiores de Belgrano, el otro no hace ni bosta pero es buen pibe. Ellos no lo saben pero saldrán de Joda por casi diez años juntos, a los bailes de la mona Jiménez, que con 60 y pico seguirá dándole rosca en las pistas. Todavía  hacen caso , pero dentro de poco no le van a dar ni bola a los viejos. El Beto y el Juan no entienden como los pase .
                               
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Con un solo toque  de pelota  deje a  dos, avance 5 metros en no se cuanto pasos y cuando vi el hueco, arranque para el otro lado, esquivándolo, (la canchita estaba muy poceada) . Me quiere agarrar el Tincho y el Gringo. Tincho  es el carnicero del barrio dueño de la “Molleja Feliz”, vende buen asado y barato( todo el mundo le compra), me tira un buen patadon pero me erra (el Beto, el Juan y la Coneja, testigos cercanos de la acción, se cagan de risa). En cambio el Gringo se copo viendo un minon que pasaba por la vereda y me dio via libre. En el futuro Tincho y el Gringo se lo pasaran ferneceando, ambos se separaran y juntaran en un eterno ciclo, de sus mujeres, culpa del chupi y la joda.
                          
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No corre ni una gota de viento en la dominical siesta cordobesa, el sol raja la tierra, habíamos quedado que: el que hace el gol gana y el que pierde paga los porrones. Sabíamos que el kiosco estaba por abrir, a eso de las cuatro, y a esa altura todos teníamos puesta la mente en la cerveza fría. Viene carucha (o Josesito) con ímpetu a ponerme en caja, se comió el amague porque patee ( o patié, como se dice en Córdoba) al aire. El hijo de Josesito iba a ser mi yerno (que los pario, no me di cuenta).

A los sesenta y ocho segundos había dejado cinco en el camino. Enfrento a la chancha (que siempre iba al arco) y  siento que Tincho me viene soplando la nuca para atenderme de nuevo, quería revancha. Estoy rodeado: al Sur lo tengo al Tincho, que me tiene a tiro, al Norte me sale la chancha ( un ser misterioso al cual le gustaba ir al arco, esto se da raramente en las barriadas de Córdoba, un incomprendido), al Este el gordo Pascual, era el único comunista con peso, que conocía por ese entonces y al Oeste mi futuro consuegro Josesito (que lo pario de nuevo, como no me di cuenta antes)   . En eso veo que por el medio entraba como un rayo Pelusa, todavía no sé como lo vi o si lo vi. Extraño el caso de Pelusa, que iba a terminar de vendedor ambulante en la peatonal, vendiendo anteojos para sol, todos bien acomodados sobre un gigante tergopol o telgopor (como se dice aca en Cordoba),quizás rememorando aquella soleada tarde

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     La chancha se juega mucho a la derecha para cubrirme, porque el palo izquierdo (o primer palo) era un bodoque de construcción,  daba miedo caérsele encima y otro poco porque estaba medio distraído viendo el partido del lado , recién empezaban a jugar y estaba lindo el partido. Corren los 90 segundos y 50 centesimas, pensándolo un poco mejor, casi seguro que no vi a Pelusa, pero supuse que entraba a media velocidad fantasmalmente. Tenia doble apodo, “pelusa” o “fantasma”, a veces se comportaba  inocuamente  como una pelusa, y otra como fantasma, solo los que lo conocían bien sabían que día, era que cosa.

      95.6 segundos a un paso de de rematar al arco, la chancha me regala el primer bodoque, no lo pienso dos veces, me acuerdo aquella tarde hace unos años atrás, en la misma cancha, casi la misma jugada,  a mi hermano regañándome por no haber pasado al arquero, diciéndome, pelotudazo amaga y pasa al arquero. No  hice ninguna de las dos cosas.

     100.4 el Tincho me alcanza a dar un guadañazo desde atrás, empujando pierna y pelota, al mismo tiempo. A los 100.6 segundos ,a no sé cuantos pasos hechos y metros recorridos, la pelota se eleva hacia el punto dudoso, si es gol o travesaño imaginario, pero todo mi equipo grita Gooooolllll, Golazooooo!!!!!!…… y corren a abrazarme, para despejar las dudas. El negro Ochoa me grita clavado al fondo, viste el pase que te di, pagame la cerveza.

                      
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 Lleve mi mujer a pasear en moto, al centro, como a las ocho y media, después que me recontra cago a pedos.
   Todavía hoy, nadie me cree, que hice un gol como el del Diego una semana antes del gol del siglo, quizás ese fue el primer bosquejo o borrador.