La piedra
(Esto es una adaptación, basado en una entrevista
realizada a Atahualpa Yupanqui, donde explicaba su visión
de las cosas)
El hombre medito unos segundos, luego con su mano
izquierda, en la cual sostenía su libro gordo
de filosofía, abruptamente cerró el mismo,
haciendo un fuerte plaf. Continuo, quitándose los lentes de sus ojos
cansados, refregándoselos un poco y después de
un bostezo de relajación, su rostro quedo encendido de satisfacción. Sonrió felizmente hacia adentro, su cerebro consiguió
conectarse con su alma y esta con el universo,
luego de arduos años de búsqueda filosófica y libros devorados, se encontró en el mundo. Creyó dejar de sentirse en
la nada, se hallo feliz de estar vivo. Para
celebrar su hallazgo, brindo con un buen vino tinto.
El gato gordo comprendió de alguna manera la dicha de su amo, brincando de un salto en su falda, sin dejar pasar
esa oportunidad de ser acariciado. Mientras el gato ronroneaba bajo sus
caricias, vocifero para si mismo: la tierra.
A la misma hora en otro lugar, una mujer salía de su
rancho e iba con su niño de la mano siguiendo
la huella al pueblo, cuando de repente el río se interpuso en su camino. Campearon la parte mas baja para
cruzar, primero lo hizo ella, buscando el
lugar mas seguro. Luego desde la otra orilla, arengo a el niño, déle venga
(para hacerlo hombre de chico nomás) que no es hondo. En el medio del cruce, el changuito se detuvo frente
a tres piedras grandes, tomando de entre
ellas una piedrita de colores, que guardo en su pequeño bolsillo. La mujer impaciente lo observo y espero
que terminara de cruzar. A un paso de la
ribera, el niño había comprendido que algo había hecho mal, igualmente continuo con la vista gacha,
esperando el reto de su mama; ella exclamo: - a
ver chango que tienes en el bolsillo, muéstremelo- el niño abrió su pequeño
puño, dejando relucir la piedrita de colores en su manito mojada. A continuación la pacha mama (asi la
nombrará de grande el niño) tomo la piedrita y
camino hacia el medio del cruce, hundió su mano en el agua,
la devolvió en su en su preciso lugar. En la orilla nuevamente, sentencio: Ya sabe niño, es la última vez.
( En la entrevista el explicaba
que hay gente que busca cosas en los libros, que la gente del campo la entiende
sin haber leído nada, el cuenta que fue testigo del hecho relatado según mi
visión interpretativa, seria bueno que repitan esa entrevista regularmente.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario