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miércoles, 16 de noviembre de 2011

El ultimo trago


El ultimo trago

   Esa ultima gota vivida, se evaporo del recuerdo de Alicia y a partir de ese instante, dejo de ser. Millones de futuros amaneceres lo confirmaran. El olvido es la forma mas cruenta de morir, por otro lado es la única.

    Cinco minutos antes la angustia recorrió todo su cuerpo hasta llegar a su mano empuñada de whisky, que bebió de un tirón, el intenso ardor lo alivio. La intuición de saberse olvidado hizo estallar su alma, poniendo su cuerpo frió y cuasi tieso.  Estaba solo en el pequeño inmenso bar, con pocas energías y una blanda rabia, vocifero por otro whisky. El mozo viejo parecía acompañarlo con sus movimientos estáticos. Lamento no haber fumado nunca, necesitaba ver aleatorias siluetas del caprichoso humo.

    Con mucho esfuerzo elevo la mano sosteniendo el vaso vació y  señalo otro con pequeños vaivenes, mucho esfuerzo también necesito el mozo para atender  el nuevo pedido y recorrer los infinitos cinco metros. De un sorbo lo termino, sin ninguna sensación, el agudo ruido a vidrio y hielo retumbaban penetrantes. Mediante un leve giro observo la ventana, el color pavimento, el color ladrillo, las esporádicas lejanas sirenas de ambulancias, componían una gélida sinfonía. El sol emanaba rayos viejos y amarillentos.

   Evadirse del olvido no es fácil, necesitaba ayuda lo sabia, lograr la eternidad podría resultar más accesible que evitar ser olvidado. Casi desfallecido ordeno el último whisky,  el mozo algo comprendió…., por inercia preparo el mismo trago.

  Suspiro reconfortado al ver el vaso lleno, mediante un ademán realizo un brindis imaginario sin pensar en nadie especial, el reflejo en un vidrio de  la ventana, mostro un niño   corriendo y pateando una pelota . La situación le provoco una  sonrisa, recordando el niño que fue, acto seguido el vaso se estrello contra el piso. Alicia lo había olvidado por completo,los cinco minutos y segundos, efectivamente alcanzaron a la ultima gota.

   El charco de whisky se deslizaba por los mosaicos entre los vidrios , el mozo viejo lejos de sorprenderse se dirigió al cuarto de limpieza, en busca de la escoba y el trapo de piso.

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